Espejo de ilusiones
Clamaban los vientos vespertinos en mi alma. Los pájaros volaban y el sonido del mar inundaba mis
oídos con su suavidad, llenando mi ser de tranquilidad. Pero, a su vez y, paradójicamente, me llenaba
de recuerdos que estremecían mi corazón.
El dos de abril partiste y mis ilusiones quedaron en el mismo lugar en donde nacieron. Me descubrí y
descubrí mis propias angustias a través del espejo de tu mirada que me desesperaba, llena de vanas
ilusiones. El seis de abril volví a verte, pero esta vez fue entre tumbas y flores marchitas, como cada
ilusión que dejaste. Ahora, las noches se tornaban más angustiosas y frías, provocando una tormenta en
mi vida. El eco de tu risa quedó en mi memoria, el reflejo de tu dulce mirada se guardó en mi alma; tus
besos se impregnaron en mí como el sol en mi piel. Y cada ilusión se vio reflejada en el espejo de mi
vida, inconsciente por la falta amor.
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