Crimen en mi despedida.
Desperté tirada en el balcón con una botella de vino rota
en la mano, cubierta de sangre, me resultaba difícil reconocer el lugar, no
comprendía lo que había sucedido. Solo recuerdo que la pasada noche estaba con
John bebiendo unas copas en el sillón de mi casa, charlando sobre nosotros, acerca de los planes que ya no teníamos. Cuando de repente, oímos un fragor
extraño, todo se volvió oscuro, ya nada tenía sabor, ni el licor que se me
había derramado en la falda.
Cuando desperté, me encontraba sola, no lograba
entender la situación. Otra vez oí un alarido maniático, era como un grito de
dolor que persistía, pero que no venía de la sala, sino que, de una de las
habitaciones.
Lo sabía, podía reconocer cada uno de los estrépitos que
escuchaba, y ése era uno de los más tenebrosos. Cuando me asomé a la entrada,
veo un cuerpo empapado de sangre en la parte de atrás del sillón, grité
desgarradamente, mis lágrimas caían, mi ser rogaba que no sea John quien
estuviese allí, muerto, porque así parecía estar…
Ese crimen fue mi despedida, así acabó…
Comentarios
Publicar un comentario