Todas las veces
Todas las veces que estuvimos mirándonos frente a frente, todas las veces que nos cruzamos y no fuimos capaces de parar, todos los días, cada segundo, cada minuto, cada hora. Cada vez que nos deteníamos en esa mirada eterna y profunda, tan intensa y delicada, tan frágil; duraba segundos en los pasillos de ilusión, en esa entrada de cristal con globos rojos alrededor. Cada día se hacía más difícil, era más complicado mirar el reloj y apurar la hora de verte. Era más difícil borrar el sentimiento, eliminar los pensamientos, borrar cada recuerdo; no volver a mirar el reloj, cambiar de pasillo, borrar la memoria. Lila Gwski